jueves, 22 de octubre de 2015

South Park: The Stick of Truth


Rara vez podemos ver videojuegos basados en series o películas con un desarrollo bien establecido, donde los creadores de la franquicia se involucran en el proceso creativo a tal nivel que el video jugador lo siente como una extensión de la saga.

Tal es el caso de South Park: The Stick of Truth lanzado en marzo de 2014 y publicado por Ubisoft . Nos muestra como los creadores de la serie Trey Parker y Matt Stone hicieron un gran trabajo asesorando a los desarrolladores para hacer sentirnos que estamos dentro de un episodio de South Park.


Los personajes que podemos encontrar a lo largo de este RPG son envueltos en una serie de eventos traídos directamente de la serie por lo que la sensación de interacción con ellos está bien lograda.
No esperen encontrar un RPG hecho y derecho, más bien es uno donde las características del mismo están ocultas para no enrollar a los jugadores dando resultado a una experiencia más universal para diferentes tipos de jugadores.



Podremos encontrar con diferentes armas y habilidades dependiendo del tipo del personaje que escojamos, mago, guerrero, paladín etc. Puedes tener a dos acompañantes en tu partida y para administrar esto y las armas que llevas te encontraras con una interfaz imitando a Facebook donde tendrás a tus amigos y los mensajes que te envían haciéndolo muy divertido.



También cuenta con ataques especiales donde invocas otros personajes de la serie como señor mojón y Jesús, estos ataques son eficientes para varios enemigos tomando en cuenta que no pueden ser utilizados con los jefes.



El desarrollo de la historia está bien logrado y el sentido del humor de la serie se muestra en todo momento haciendo que las características de RPG se entiendan de una manera que no se ve en otros juegos.

Se puede decir que es un RPG muy disuelto, pero por eso mismo es muy divertido de jugar, realmente te sentirás en un episodio de la serie, las mecánicas son divertidas y puedes disfrutarlo, aunque no te gusten los RPG.

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